Metodología

Nuestra metodología para lograr que las personas se recuperen es la rehabilitación psicosocial.

En Sennda entendemos la rehabilitación psicosocial como una disciplina en la que un equipo de profesionales de la psicología, el trabajo social, la inserción sociolaboral y la integración social trabajan conjuntamente con las personas con problemas de salud mental para alcanzar su recuperación.

De esta forma y gracias a la convivencia en viviendas tuteladas donde formarse podrán ser autosuficientes, conseguir trabajo e independizarse, recuperando así el proyecto de vida que se truncó al debutar dicho problema.

Pero es necesario comprometerse y confiar en los profesionales.

Cuando una persona con problemas de salud mental ha decidido que quiere recuperarse se establecen los siguientes pasos:

  • En primer lugar,  se evalúan unos objetivos fijados con cada uno de los profesionales.
  • Se planifica entonces una estrategia para conseguirlos.
  • Una vez alcanzados los objetivos, establecemos un seguimiento de la recuperación para poder controlar el problema de salud mental, gestionarlo y así evitar recaídas, incorporando también nuevos objetivos.

Para ello se establecen terapias, tanto individuales como grupales, creando un vínculo de confianza con el terapeuta durante todo el proceso.

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En Sennda, proponemos un novedoso enfoque para la recuperación: el enfoque dimensional, basado en los estudios de Mike Slade, prestigioso profesor de la Universidad de Nottingham.

En este enfoque no sólo abordamos el tratamiento médico de la persona, sino que tenemos en cuenta todos los factores que la rodean.

Por ese motivo, para alcanzar la recuperación es importante abordar tanto las condiciones internas como las externas.

Las condiciones internas se refieren al tratamiento médico. Con el tiempo se logra una considerable mejora de los síntomas.

Las condiciones externas son el derecho a la autodeterminación y la inclusión en la vida comunitaria.

De este modo, para la recuperación en un problema de salud mental hay que tener en cuenta tanto las circunstancias de la persona como de su entorno.

En esa recuperación se trabaja con la persona, pero es importante tanto la labor de médicos como la de familiares, amigos y comunidad en general, ya que son apoyos vitales.

 

 

En el enfoque dimensional se abordan cinco dimensiones de recuperación.

Dimensión clínica

Identificar y controlar la sintomatología discapacitante. El tratamiento farmacológico y la psicoterapia ayudarán a reducir la gravedad de dichos síntomas.

Dimensión existencial

Lograr dar sentido a la vida sin las limitaciones que supone sufrir un trastorno mental grave. Son importantes factores como la espiritualidad, la filosofía o la búsqueda de valores.

Dimensión funcional

Acceder a educación, empleo y vivienda. Las personas con problemas de salud mental grave en ocasiones pierden su trabajo o no han podido estudiar al debutar el problema de manera temprana, lo que dificulta la inclusión en el entorno sociolaboral.

Dimensión física

Mejorar positivamente la salud y el bienestar. Patologías vinculadas a personas con problemas de salud mental pueden ocasionar obesidad, diabetes o trastornos respiratorios. Una vida saludable, con ejercicio y una buena alimentación, conseguirá reducir esas afecciones.

Dimensión social

Mantener relaciones gratificantes con la familia, amigos y el resto de la comunidad. Debido al estigma se puede experimentar rechazo social, haciendo que las personas con trastorno mental grave vivan aisladas y en soledad. El apoyo de familia y amigos es clave, así como la influencia de personas recuperadas que han pasado por lo mismo. Ayuda favorablemente la convivencia que se establece en las viviendas tuteladas donde se estrechan los lazos sociales.

  • Estas cinco dimensiones están relacionadas entre sí, de manera que la mejora en una de ellas ayuda a progresar positivamente en las demás.
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